jueves, 13 de octubre de 2011

Bitácora: "Reflejando la Identidad"



Definición y recorte del tema


Para el trabajo a realizar, mi intensión es indagar acerca de la expresión de la IDENTIDAD de la persona (individuo), dentro de la sociedad. Me refiero al hecho de sacar a la superficie elementos privados del pensamiento de cada uno y dejarlos expuestos al mundo. El recorte que se me ocurrió hacer, tiene que ver con la acción de TATUARSE.


Personalmente, amo los tatuajes; tengo una especie de obsesión por los tattoos de las personas. Hace unas semanas me hice el que creo que va a ser el primero de varios y se me ocurrió trabajar con esto, ya que es un tema que me apasiona y que me parece que está muy bueno audiovisualmente hablando.


Me fascina como una práctica que data de tiempos neolíticos, y se han encontrado incluso en una momia del siglo II d.C, se haya perpetuado a través de los siglos, llegando a ser la práctica social que hoy significa. Es una vía de expresión tan personal y al mismo tiempo tan expuesta hacia el resto de la sociedad, que me parece extremadamente inquietante.


Etimología y Terminología


Aunque la palabra tatuaje posiblemente proviene del samoano tátau, que significa marcar o golpear dos veces (en referencia al método tradicional de aplicar los diseños o plantillas), se incorpora al español a través del francés, tatouage. Los marineros que viajaban por el Pacífico encontraron a los samoanos, y quienes quedaron fascinados por sus tatuajes equivocadamente tradujeron la palabra tatau como tatuaje.


En japonés, la palabra usada para los diseños tradicionales o aquellos diseños que son aplicados usando métodos tradicionales es irezumi (inserción de tinta), mientras que tattoo se usa para diseños de origen no japonés.


En español, los entusiastas del tatuaje pueden referirse a ellos como tattoos, o usan el término castellanizado tatu, aunque ninguno de estos dos está todavía recogido en el Diccionario de la Real Academia Española.


Investigación


Técnicamente, un tatuaje es una modificación del color de la piel en el que se crea un dibujo, una figura o un texto con tinta, o con algún otro pigmento, bajo la epidermis de una persona. Lo controversial, es definir qué significa tatuaje, desde un punto de vista simbólico; allí, creo que todas las diversas opiniones son válidas.



Investigando, encontré un fragmento que me llamó la atención: "Los tatuajes cumplen varias funciones dentro del pensamiento individual . Actúan en varias ocasiones como reparador de algún aspecto que se considera faltante en uno mismo. Puede servir para compensar situaciones de pérdida, ya sea de un ser querido o de ideales, o de aspiraciones no cumplidas. Puede ser un medio para regular tensiones internas y para expresar afectos y deseos de perdurabilidad".


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La relación entre la identidad y la acción de tatuarse queda en evidencia, en una investigación presentada por el doctor Rafael Salillas. Él, llevó a cabo un exhaustivo estudio sobre los tatuajes de los centros penitenciarios españoles, en relación con el ambiente marginal y de exclusión social de las poblaciones de dichas instituciones.


Reveló que las partes preferidas del cuerpo son los brazos, en primer lugar, y el torso en segundo lugar. Los motivos religiosos predominaban en presos por delitos de agresión personal y los motivos emocionales en presos por delitos de robo. Suele abundar la presencia de iniciales y ello tiene que ver con las relaciones sociales y la historia social personal de cada individuo.



Así, podemos ver cómo coinciden las elecciones de tatuajes, de personas que comparten determinadas características, identificables de ese grupo social; dejando al descubierto, las enunciaciones hechas con anterioridad.



Imaginación al Máximo


A la hora de elegir diseños, decidir tamaños y elementos, las personas que se tatúan no encuentran límites. Los dibujos llegan a ser tan exóticos que impresionan a quienes los ven y algunos hasta generan la típica reacción de: "En qué estaba pensando cuando se hizo eso?" .


Dragones, flores y diversos animales escapan de la mente de muchas personas y podemos verlos plasmados en la piel de miles de hombres y mujeres.



Un poco de Historia


Hace miles de años los hombres primitivos exhibían sus heridas de guerra como símbolo de valentía y, más tarde, otros, quizás menos valientes y más alardosos, se provocaban heridas para denotar cierto valor. Con el tiempo se procedió a la utilización de conchas marinas afiladas para los cortes y jugos de plantas para lograr algunos colores. Llegó el momento en que existían clanes o familias que eran identificados por los tatuajes que adornaban los cuerpos de sus integrantes.


Los lugares donde más se utilizaban estos dibujos eran las islas de la Polinesia, Borneo, Bali, Java, algunas tribus australianas y países asiáticos, destacándose China y Japón por las técnicas y los colores utilizados. En las tierras de Europa esta práctica no tuvo gran arraigo hasta bien entrado en siglo XX y en África sí fue utilizada como distintivo para ciertas tribus guerreras. En América del Norte se asoció el tatuaje con prácticas religiosas y mágicas, era un rito simbólico y una marca única que permitiría que el alma superara los obstáculos en su camino a la muerte. El tatuaje era una práctica común entre los nativos de América Central, los nativos tatuaban en sus cuerpos imágenes de dioses, aunque el arte de marcar la epidermis con tintas no tuvo gran auge como en la región de Oceanía y el Pacífico y no es hasta el mismo siglo XX que toma fuerza.


En Norteamérica, donde había existido desde siglos atrás, sólo tuvo eco masivo durante la Guerra Civil. Se dice que uno de los primeros tatuadores profesionales fue C.H.Fellows. Se considera que el primer estudio tatuajes fue el abierto en 1870 en Nueva York por el inmigrante alemán Martin Hildebrant,. Su mayor competencia fue Samuel O’ Reilly inventor de la máquina de tatuar en 1891, aunque esta máquina estaba inspirada en una maquinaria inventada por Thomas Edison.


El arte del tatuaje fue conocido por el “mundo civilizado” gracias a los relatos de exploradores y marinos. Banks, artista científico que navegó junto al Capitán Cook, describió en 1769 el proceso del tatuaje de la Polinesia. Los marineros de Cook iniciaron la tradición de los hombres de mar tatuados y extendieron rápidamente esta afición entre los marineros, quienes aprendieron el arte y lo practicaron a bordo.


Hacia finales del siglo XIX llegaron a tierras americanas muchos chinos coolíes y algunos traían tatuajes de gran arte en su piel. Otro medio de arribo a inicios del XX fueron los marineros que llegaban a las grandes ciudades portuarias con dibujos hechos en puertos del Pacífico y Asia. Durante la Primera Guerra Mundial el número de combatientes en tierras foráneas y de desplazados ascendió a cifras millonarias, con el consiguiente traslado de costumbres, culturas y tatuajes. Con la llegada de la segunda conflagración mundial muchos soldados americanos adornaban sus brazos con las insignias de sus respectivos regimientos y compañías y los fascistas alemanes e italianos por su parte numeraban a muchos prisioneros “alojados” en los campos de concentración.


A partir de la década de 50 los países desarrollados, dueños de los principales medios de comunicación masiva, comenzaron a identificar a las personas que lucían tatuajes con dos grandes grupos: eran guerreros y tipos duros o simples presos. Con el tiempo este falso paradigma tomó tanta fuerza que muchas personas pintaron sus cuerpos indiscriminadamente para aparentar su pertenencia al grupo de lo “tipos duros”, aunque corrían el riesgo de que la sociedad los identificara con los del otro grupo.














viernes, 17 de junio de 2011

Manifiesto sobre ARTE II

La relectura de mi manifiesto anterior, evidencia cierta falta de criterio a la hora de abordar un tema tan complejo, como lo es el de qué significa el arte para mí. Si bien muchas de las cosas que enuncié siguen formando parte de lo que creo, al leerlas, en esta oportunidad, me doy cuenta de que quizás no estaba un cien por ciento “lista” para ciertas enunciaciones. No intento desacreditarme, sino expresar que luego de un cuatrimestre de trabajo, me siento un poco más capacitada para hablar sobre los temas estudiados.


En este cuatrimestre he tenido no sólo una, sino dos oportunidades de embarcarme en mi propia práctica artística, la cual ha abierto mis ojos y mi mente a un nivel muy superior. Creo que la propuesta desde la dirección de la cátedra fue muy interesante, ya que tuve la oportunidad de tomar la historia del arte que leo en un libro y “ponerla en funcionamiento”. Realizar una obra que se construya sobre las bases del impresionismo (por ejemplo), significa aprehender realmente los conceptos.


Una de las cosas que más me sorprendió en el transcurso de la materia, fue el tomar conocimiento sobre la existencia del Sistema del Arte. No tenía idea de que una institución formal que encerrara toda esta nube de ideas y expresiones que pareciera ser el arte. Inclusive, en mi ensayo anterior, enuncio: “Sólo basta con investigar un poco, para darnos cuenta de que estamos frente a algo abierto, subjetivo, discutible.”; es más que evidente cómo creía que el arte era sólo una cuestión de subjetividad y bohemia, pero hoy realmente me doy cuenta de que el arte es “todo lo que se define como tal, dentro de un determinado sistema; el Sistema del Arte” y no me parece que haya definición alguna que pueda ser más oportuna que esta.


Como futura comunicadora, he aprendido que no debemos confundirnos, en relación al campo en el que trabajamos. La comunicación tiene una gran cuota de arte y, tal como este, necesita de una institución reguladora. No se trata tan sólo de expresar ideas “porque sí” (como yo creía al comienzo de la materia). He entendido que siempre debemos tener fundamentos que equilibren, de alguna manera, estas “ganas de volar”; así como Sistema lo hace con el arte.

martes, 14 de junio de 2011

INTROSPECCIÓN RETROSPECTIVA II

La serie Introspección Retrospectiva surgió como una necesidad de búsqueda interior, en la que planteaba que mi barrio (Alta Córdoba) era, para mí, el espacio de esta gran ciudad que más podía sentir como propio y como escenario de mi papel más auténtico de ciudadana. En su momento, supe explicar que, a pesar de que conocía bien este lugar y a muchas personas que han vivido aquí toda su vida, muchas veces me sentía una extraña. Pensé en lo diferente que estaba todo, pero al mismo tiempo, en cómo los espacios seguían produciendo en mí las mismas sensaciones. Fue allí cuando me planteé la idea de una especie de introspección retrospectiva, pero desde un reconocimiento de las vivencias pasadas y también de las presentes: de las que se dan conjuntamente y en el presente del propio acto introspectivo. Es decir, reconocer esos espacios o detalles de mi pasado (en mi espacio propio de esta gran ciudad), escondidos en los cambios del presente en el que me encontraba recordándolos.


Retomando este marco conceptual, es que he decidido trabajar en continuación con esta serie, sólo que en esta oportunidad presento un video de 02:44 minutos de duración. El concepto en sí, es el mismo; sólo he decidido hacer un recorte, si así puede llamarse, abocándome a mis vivencias pasadas en mi escenario como ciudadana (mi barrio), pero desde una retrospección que recupera recuerdos y sensaciones atrapados en mi niñez.


Las vanguardias fusionaron dos esferas que nunca antes se habían unido: arte-vida; abordan el abismo existente entre ellas y proponen fundamentos para su reunión. De esta misma manera, yo intento la comunión de mi obra con el despertar de la vida de un ciudadano; en este caso, mi niñez. Para ello, he decidido enfocarme en un espacio de la ciudad que ha cumplido el papel de escenario fundamental, en la cotidianeidad de mi infancia: la plaza de mi barrio.

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Esta vez, los procedimientos artísticos y búsquedas conceptuales y formales no corresponden a los del Impresionismo, sino que la base de mi obra serán los fundamentos de la considerada (cronológicamente) como la primera vanguardia: el Expresionismo Alemán. Al ser la mímesis sustituida por lo que se llama la deformación realista, la transfiguración de la realidad no supone la negación de la misma, sino que busca la expresión de su verdad sustancial, la cual no está en su apariencia externa (Apuntes sobre la historia del arte y su sistema, Gisela Di Marco. Pág.100).


Aunque la herencia figurativa es fuerte en este grupo, mi obra persigue la representación de la realidad interior y no la realidad objetiva. Por ello, a una aproximación imitativa de la realidad del espacio (en la plaza de mi barrio), se impone mi subjetividad como artista: mi sensibilidad en cuanto a los recuerdos que afloran, mi punto de vista y mi estado de ánimo frente a esta realidad que encierra mis sentimientos ocultos de la niñez.


Esta vanguardia propone al arte como escritura figurativa, donde yo como artista veo a mi propia obra como una escritura jeroglífica, en la cual la imagen es el signo expresivo de mi realidad vivida. Así es que presento un video que muestra el contrapunto de la convivencia de dos estados emocionales diferentes, en un mismo espacio: lo que vivo en la plaza y los recuerdos de lo que viví allí, que vienen a mí en ese momento en que se da la retrospección introspectiva. Personalmente, creo que se trata de no olvidar que, en el expresionismo, todo tiene valor simbólico: comunica y expresa algo en lugar de sólo representarlo.

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Se dice que todo en el expresionismo es lenguaje; desde la línea distorsionada, al uso psicológico del color y el carácter emblemático de los motivos. Inspirada en ello, es que el video que presento muestra aquellas sensaciones olvidadas de mi pasada infancia, valiéndome de recursos formales expresionistas, que lo permiten. Algunos de estos elementos que componen mi estrategia conceptual, son:


- La utilización del color y las líneas de las imágenes como reflejo de pasiones infantiles: lo que vive mi “yo del presente” es visto en los colores y formas de la realidad colectiva de cualquiera que “ve” la plaza; pero los recuerdos y lo que causan en mí, son reflejados con una pequeña saturación de color y el efecto denominado grano de película, que permite cierta pérdida de “estructura” en los bordes de los motivos. He aquí esta utilización psicológica del color y las líneas, que se enunció anteriormente.


- Sólo se realizan tomas en cámara subjetiva, como una innegable referencia a esta subjetividad fundamental del movimiento expresionista, acentuando que se trata de mis propias sensaciones y puntos de vista. Inclusive los ángulos y visiones que se presentan en los juegos para trepar, hamacas e inclusive la vista al cielo, no dejan lugar a duda de que se trata de mi propia emocionalidad y punto de vista.


- Para el tratamiento del sonido, me propuse algo sencillo, en el sentido de que no utilicé efectos ni música. Decidí marcar el contrapunto pasado-presente que mencioné anteriormente, sobre la siguiente base: para el presente, al intentar representar lo que todos verían superficialmente en el espacio, establecí el empleo del propio sonido ambiente del momento; con los gritos y ruidos que realmente existieron al realizar la toma. Por otro lado, había pensado en utilizar una melodía suave para el momento de la retrospección, pero me di cuenta de que era mucho más rico el corte a silencio, como una posibilidad de que quienes estén viendo el video, puedan oír sus propios sonidos de la infancia y, de alguna manera, invitarlos a realizar su propia retrospección.

martes, 17 de mayo de 2011

INTROSPECCIÓN RETROSPECTIVA

La introspección o inspección interna es el conocimiento que el sujeto tiene de sus propios estados mentales. Es en este concepto, donde mi serie fotográfica encuentra su eje.


La percepción interna tiene como fundamento la capacidad reflexiva que la mente posee ser consciente de forma inmediata de sus propios estados. Cuando esta capacidad reflexiva se ejerce en la forma del recuerdo sobre los estados mentales pasados, la denominamos "introspección retrospectiva"; pero esta puede ser un conocimiento de las vivencias pasadas y también de las presentes, de las que se dan conjuntamente y en el presente del propio acto introspectivo.

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En el primer foro donde se debatió el proyecto de ciudad, me di cuenta de varias cosas…


Todos concordamos en la idea de que la ciudad debe enfocarse desde la perspectiva de mostrar a las personas, los ciudadanos. También se habló mucho de los espacios y detalles, o de las líneas que separan diferentes aspectos que se definen como contrapuntos, unos de otros. Se tuvieron en cuenta ideas sobre mostrar las huellas del paso del tiempo y los ciudadanos mismos, por la ciudad. Pero lo que más llamó mucho mi atención, fue una idea de una especie de reencuentro con uno mismo, como habitante de la ciudad.





Intentando articular todo esto, es que decidí enfocarme en mis experiencias personales. Desde que nací, vivo en el barrio Alta Córdoba; es un espacio que, desde que tengo memoria, ha estado en constante cambio; no solo de infraestructura, sino también en cuanto a los ciudadanos que viven allí. Esto lo hace un lugar muy especial, por varios motivos: muchos rasgos de diferentes épocas conviven en un mismo "espacio físico" y, al mismo tiempo, esta característica es inherente al hecho de que algunas cosas importantes para mí misma se hayan “perdido” en el paso de este mismo lapso temporal.






Mi barrio es, para mí, el espacio de esta gran ciudad que más puedo sentir como propio y como escenario de mi papel más auténtico de ciudadana. A pesar de que conozco bien este lugar y a muchas personas que han vivido aquí toda su vida, muchas veces me siento una extraña. Pienso en lo diferente que está todo, pero al mismo tiempo, en cómo los espacios siguen produciendo en mí las mismas sensaciones. Es aquí cuando me planteo la idea de una especie de Introspección retrospectiva, pero desde un reconocimiento de las vivencias pasadas y también de las presentes: de las que se dan conjuntamente y en el presente del propio acto introspectivo. Es decir, reconocer esos espacios o detalles de mi pasado (en mi espacio propio de esta gran ciudad), escondidos en los cambios del presente en el que me encuentro recordándolos.






El tomar como marco conceptual las características de un movimiento como el Impresionismo, me parece una idea muy rica, sobretodo por el gran abanico de posibilidades en cuanto a estética que encierra: desde el original Impresionismo, pasando por el Neoimpresionismo y hasta llegar a los otros Post-impresionismos. Personalmente, he decidido tomar algunos elementos de cada variante.





Luego de la Revolución Francesa, el Impresionismo se convirtió en el modo de representación del placer burgués: la vida en la ciudad y en la aldea, los cafés y los bosques, los parques y jardines, entre otros, integraron su imaginario. De alguna manera, intento establecer la metáfora de que: así como el Impresionismo supo reflejar el modo de vida burgués, ahora pongo en práctica sus conceptos para representar MI propio modo de vida y sentimientos pasados, vistos desde el presente; valiéndome de escenas cotidianas en las calles, la naturaleza y el paisaje urbano, al igual que lo hizo el Impresionismo en esos momentos.





En mis fotografías, la apreciación particular de cada objeto y sus detalles pierden relevancia frente a la percepción de la escena como una totalidad, donde los colores se mezclan y combinan en nuestros ojos por efecto de la luz, tal como lo predicaba el primer Impresionismo. Mi principal preocupación será captar el efecto general en conjunto, dejando un poco de lado los detalles.


Así como los artistas Post-Impresionistas se marcharon a lugares remotos en busca de recuperar ciertos aspectos que les permitieran volver a esa naturaleza incorrupta de la práctica artística, yo también me propongo una especie de viaje, a esos espacios que me permitan recrear esas mismas sensaciones que alguna vez fueron parte de mí.





Resumiendo, los impresionistas escogieron la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana. Su primer objetivo fue conseguir una representación del mundo espontánea y directa, y para ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos. Se preocuparon más por captar la incidencia de la luz sobre el objeto que por la exacta representación de sus formas, debido a que la luz tiende a, por ejemplo, difuminar los contornos y refleja los colores en las zonas de penumbra.


Teniendo en cuenta este afán por capturar esta sensación provocada en conjunto y considerando que el motivo en la naturaleza cambia constantemente, utilizo recursos técnicos con el objetivo de lograr transmitir esto:


- La luz es captada con la total naturalidad en la que se la ve en escena, no intento alterarla de ninguna manera; es más, algunos rayos de luz tenues y las sombras que provocan son protagonistas en las fotografías.


- Modifiqué velocidades de obturación, intentando captar la influencia de diferentes aspectos naturales y el constante cambio que producen sobre la escena; por ejemplo: la utilización de lo que se denomina “sensación de movimiento”, para reflejar al viento haciendo que los árboles se mezan.


- También como parte de la línea estética, propongo fotografías muy ricas en cuanto a encuadres, puntos de cámara y composición. Como lo que intento transmitir se basa en emociones vividas en estos recovecos, las fotografías intentan ser armónicas. Como una cámara subjetiva de lo que siento, cuando pienso en el paso del tiempo, aquí, en mi rincón propio de la ciudad.


lunes, 11 de abril de 2011

CUANDO EL VIDEO SE CONVIRTIÓ EN ARTE

Una vez más, el museo cordobés Emilio Caraffa se viste de internacionalidad, para presentar una muestra concebida por el Goethe-Institut, con el apoyo del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania. La exhibición tiene lugar en la sala cinco del museo y se titula “Menos tiempo que lugar”.


Museo Emilio Caraffa, sala 5.


El título de la muestra es indudablemente muy controversial; pero para comprenderlo, es necesario ahondar en el sentido de lo que se intenta mostrar. Los artistas participantes, tras 200 años de independencia, han explorado todas las direcciones de América Latina, bajo el principal recurso de la contemporaneidad. Algunos espacios, intrínsecamente ligados al pasado; otros, de una modernidad evidente.


Siete son las obras exhibidas; cada una de ellas, responde a la autoría de un artista diferente. Se pueden ver diversas modalidades de abordaje de un mismo tema, como es de esperarse debido a la fuerte subjetividad inherente al arte mismo. Si bien todas las piezas son de una riqueza innegable, particularmente dos llamaron mi atención. Me refiero a “Episode I: Tango with Obama” (2009), por Martín Sastre; y “Dictados” (2009), de Leticia El Halli Obeid.



En la primera, se muestra a un doble del presidente de los Estados Unidos bailando con el autor mismo, frente al Museo de la Reina Sofía, mientras una serie de placas nos van contando la historia de una tercera guerra mundial, declarada por Venezuela a EEUU. Con una interpretación de la realidad más que interesante, el autor nos plantea este “juego” mediante un baile que refleja un intento de posesión y control, entre Estados Unidos y América Latina. Sin duda, logra generar nuevos interrogantes acerca de la existencia de una relación de dependencia evidente, entre ellos.




Por otro lado, en “Dictados”, la propuesta se torna algo diferente. Me atrevería a decir que la muestra completa gira en torno a esta obra, por el nivel significativo que representa. En el video se observa a una mujer escribiendo una carta, a bordo de un tren. Se trata nada más ni nada menos que de la Carta de Jamaica de Bolivar, uno de los textos más importantes, en el que el prócer da un grandioso panorama de América, tras algunos años de independencia de América Latina. De alguna manera, un contrapunto es planteado por la autora, entre el sentido de lo que ella va escribiendo y lo que podemos ver a través de las ventanas. Se observan imágenes deprimentes, trabajadas con gran grado de realismo, respetando la velocidad y el temblor típico de un tren, inclusive mientras ella escribe.



Museo Caraffa, sala 5. "Menos tiempo que Lugar".


La muestra es imperdible y no es una propuesta que se vea todos los días. Igualmente, algunas de las estrategias expositivas elegidas por los curadores Alfons Hug y Paz Guevara, no me parecen de las más acertadas. De por sí, las decisiones de empleo del espacio son algo confusas; uno ingresa y la primer obra que ve (Tango with Obama) se lleva todo el protagonismo, cuando a mi entender, la muestra entera gira sobre el concepto trabajado por Obeid, en “Dictados”. El manejo del sonido de las piezas fue óptimo, ya que estaban siendo reproducidos siete videos y el audio de cada uno no se confundía con el de otro. Hay que reconocer que dirigir una exposición de video-arte no es tarea fácil, pero hay ciertos detalles que se deberían trabajar un poco más, para atraer cada vez más público, a estas exposiciones todavía un poco inusuales.

domingo, 27 de marzo de 2011


Una buena oportunidad para conocer sobre el manejo del arte cordobés.


LA GESTIÓN DE LA INSPIRACIÓN


Ubicado en la Av. Hipólito Yrigoyen 622, se encuentra un edificio de arquitectura colonial y de una imponencia envidiable; allí funciona la Secretaría de Cultura de la Provincia de Córdoba, bajo la dirección del Arq. José Jaime García Vieyra.


Me atrevo a enunciar que, a pesar de que la mayoría de los ciudadanos considera conocer el propósito de esta institución gubernamental, en realidad no están al tanto de sus tareas y ocupaciones. La raíz de esta cuestión, podría radicar en el hecho de que las personas piensan en el arte como una mera forma de expresión; lo idealizan como uno de los más abstractos aspectos propios de la humanidad, independiente de cualquier tipo de organización o restricción. Y a pesar de la posibilidad de concebir al arte como parte de la naturaleza humana, según la subjetividad de cada individuo, el hecho de que existe un conjunto de elementos que posibilitan su desarrollo, es un concepto objetivo e innegable. Y es allí donde el papel de la Secretaría de Cultura de la Provincia, como marco regulatorio, es fundamental.



Nuevas Direcciones, los mismos objetivos


El día 27 de enero del corriente año, se efectuaron modificaciones con respecto a la dirigencia de ciertas áreas de la Secretaría; una de ellas responde a la asunción del Sr. Guillermo Mujica, en el puesto de Jefe de Área Relaciones Institucionales. Con determinación y una firmeza digna de expectativa, el funcionario se refirió a los objetivos de la institución, resumiéndolos en una frase clara: “Difundir la cultura, a través de priorizar el trabajo de los artistas locales y las instituciones que se consideren relevantes, a nivel nacional”. Al mismo tiempo, declaró que se está trabajando muchísimo y que se ha obtenido un muy buen nivel, en numerosos proyectos destinados al alcance de estos objetivos; pero con sinceridad incuestionable, resaltó el hecho de que “…todo es siempre mejorable.”. Actualmente, la Secretaría está protagonizando importantes programas de investigación, recuperación, difusión y publicación del patrimonio cultural; “A pesar de que no todo depende de la Secretaría de Cultura, igualmente se están realizando numeroso proyectos de restauración de fachadas, en el centro de la ciudad”, declaró Guillermo Mujica. Se puede observar cómo el cabildo, iglesias y hasta el teatro San Martín, están siendo recuperados arquitectónicamente, de la mano de la institución; y otras, como la Catedral y el Banco de Córdoba, independientes de la misma, han sido incluidas en el proyecto, por formar parte del patrimonio cultural de la provincia.



Córdoba, a pesar de su creciente movimiento artístico, en la actualidad no cuenta con una galería oficial de arte. Igualmente, la Secretaría de Cultura funciona como ente de regulación, promoción y gestión de diversos museos e instituciones; por ello, sus políticas inciden sobre la dirección y funcionamiento de los museos más importantes de la provincia, tales como: el Palacio Ferreira, el museo Caraffa, el Paseo del Buen Pastor, el teatro Ciudad de las Artes, entre otros. Muchas de estas instituciones cuentan con muestras permanentes; el Sr. Mujica, explicó: “Por un lado, el Palacio Ferreira cuenta con el Museo Evita, donde funcionan muestras fijas, que se consideran parte de las muestras artísticas oficiales de Córdoba”. Cuando esta institución se declara patrimonio cultural y comienza a funcionar como museo, se trasladan allí algunas de las obras que son propiedad original del museo Caraffa. Este último, también forma parte de los espacios artísticos oficiales de la ciudad; “El museo Caraffa posee numerosas obras bajo su propiedad; las que no fueros trasladadas al Museo Evita del Palacio Ferreira, permanecen allí y se exhiben en los momentos en que ninguna muestra esporádica independiente es montada en sus instalaciones. Cuando estas muestras llegan a su fin, se vuelve a montar la exhibición permanente, con dichas obras propias”, aclaró el funcionario.


La Secretaría del Cultura de la provincia, mantiene importantes relaciones con los municipios del interior de Córdoba, así como con el Ministerio de Cultura de la Nación. A pesar de la innegable existencia de una cadena de mando jerárquica, el Sr. Mujica nos explica que siempre se trabaja en conjunto, “…es una especie de trabajo en equipo.”, dijo. El hecho de que existe un presupuesto nacional que prevé de antemano las necesidades provinciales, en este caso referentes a la cultura, no es un secreto. El funcionario explicó que, “…generalmente los municipios no buscan un subsidio económico por parte de la Secretaría de Cultura de la Provincia; más bien, se busca un aval político y apoyo en la toma de decisiones”. Igualmente, muchas veces la Secretaría Provincial busca impulsar las iniciativas municipales referentes a lo cultural; por lo que, “muchas veces, se muestra apoyo a sus decisiones, contratando por ejemplo espectáculos musicales para eventos que desde allí se organizan.”, comentó Mujica.


A pesar de la posibilidad de que cada persona forme su propia opinión acerca del trabajo político de la Secretaría de Cultura de la Provincia, el hecho de que se llevan a cabo numeroso proyectos con una actitud positiva y progresista ante todo, en innegable. El trabajo de años comienza a dar frutos, no sólo en la belleza en las calles de la provincia, sino también en el qué hablar de los más importantes críticos. Esperemos que cada vez se impulse más al arte desde las provincias del interior de países latinoamericanos, muchas veces subestimados en el contexto del arte mundial.



martes, 15 de marzo de 2011

Manifiesto sobre ARTE

A la hora de definir un concepto, es inevitable para mí dirigirme a “Wikipedia, la enciclopedia libre”; ¿por qué lo hago? Porque se que es el lugar donde encontraré una definición clara y concreta, menor a dos líneas, acerca de mi inquietud. Pero deberían ver lo que pasa cuando allí se intenta definir arte; se encontrarían con dos párrafos larguísimos. De ninguna manera estoy diciendo que estarían frente a una definición poco lograda, sino que debemos entender que no existe posibilidad alguna de definir el arte en su totalidad y complejidad. Todo lo que podamos decir nunca será suficiente, porque debemos comprender que hasta acarreamos cierto grado de ingenuidad, al creer que podremos definir conceptualmente algo que es tan concreto como abstracto. Sólo basta con investigar un poco, para darnos cuenta de que estamos frente a algo abierto, subjetivo, discutible.


Más allá de intentar explicar qué es el arte para mí o para qué sirve, me gustaría hacer referencia a un concepto que me pareció más que interesante, mientras investigaba: “el arte como forma de la realidad”. No me cabe duda de que arte y realidad son cosas aisladas e independientes; pero al mismo tiempo creo que nos encontramos ante dos entes inherentes uno del otro. Muchos debates que tuve la posibilidad de estudiar, se realizaban en torno a un interrogante: ¿Imita el arte a la realidad o la realidad al arte? Algunas personas que afirman que la realidad imita al arte, se apoyan en la idea de que las personas incorporamos elementos que hemos “vivido en el arte”, a nuestra vida cotidiana. Pero yo me pregunto, ¿esa obra de la que tomamos ciertos elementos, no fue inspirada de la misma vida cotidiana o realidad a la que ahora los aplicamos? En cierta forma, entablar una conversación acerca de arte y realidad sería como discutir : ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?